Una ferrata es como una vía de escalada «protegida» durante todo el recorrido por un cabe de acero fijado a la roca cada 2-3 metros al que vamos anclados. La ferrata del Ponoch es ya casi legendaria. Un k4 obligado para los «ferratistas» y todos aquellos que ya hayan hecho k2 previamente. Especialmente aérea, pues recorre un espolón en su casi totalidad, perdiendo la verticalidad justo al final. Desde luego, no te dejará indiferente. Relativamente corta con sus 280 metros, pero sin duda de intensas emociones.
Una ferrata para aventureros si…
Desde muchos puntos de la costa se puede ver la imponente mole del «León Dormido. Desde Altea, en 20 minutos nos situaremos en el parking desde donde una caminata de 20 minutos nos «calentará» para acceder al inicio de esta vertical ferrata. Prepararemos equipo, protocolos de seguridad y comunicación y comenzaremos la ascensión, con algunas paradas durante el recorrido para fotos y vistas. Almuerzo de rigor al finalizar, y antes del descenso o bien a pie por la vertiente norte o bien por los rápeles, siempre espectaculares y más comodos.
Unas 4- 5 horas según paradas y tipo de descenso.
Equipo esencial:
Posible punto de quedada en info tourist de Altea. También te podemos recoger en tu casa, hotel o apartamento de vacaciones
Esta es una actividad exclusiva y privada, de manera que se contrata para grupos cerrados: tú y tu pareja, amigos o familia.
+34 650 73 92 38